San Rafael: entre la casta peronista, los cómplices radicales y la actividad en estado vegetativo de Antolín
Hola a todos, soy yo de nuevo… Y es que luego de que – por cuestiones que misteriosamente no sorprenden a nadie – bajaran la nota sobre el Pan y Circo en San Rafael en el Memo diario e hicieran llamadas por teléfono a mi empleador (un privado) para pedirle que me despidan, me dieron ganas de escribir aún más sobre de la “administración” que llevan adelante los imitadores de Dildo Insfrán: el clan Félix.
Pero antes quiero agradecer a cualquier medio de comunicación que publique esta nota, ya sea por defensa de la libertad de expresión, o porque aun no les depositan lo correspondiente a la pauta de este mes. Gracias.
Pacto entre peronistas, radicales y la traición a los vecinos
Ahora sí: en consonancia con lo que antes les había comentado sobre la lucha anti granizo, el 3% adicional en la tarifa eléctrica (impuesto acordado entre el PJ y CAMBIA MENDOZA DE CORNEJO) para bancar el gasto, la tormenta del 6 de enero y el pedido de estado de emergencia por parte del intendente al HCD de San Rafael para disponer de recursos, porque claramente el municipio se gastó todo lo que tenia en algunos viajes a los que no fuimos invitados, nos quedó ampliar cuales son los problemas estructurales que tiene el municipio en cuestión.
Primero que nada, es fundamental saber que la conexión entre el Partido Justicialista y lo que queda del Cambia Mendoza de Kornejo no es reciente. Estos acuerdos, aunque parezcan espontáneos y por el bien común, suelen constituir una corriente política constante donde, a pesar de las diferencias ideológicas, en realidad, el discurso y los pactos con frecuencia convergen, beneficiando a menudo a las mismas estructuras de poder. La verdad es que, esos arreglos a puertas cerradas difícilmente se ajustan a necesidades reales de los habitantes de San Rafael. Más que estrategias definidas, nos encontramos con parches que no abordan los problemas de fondo.
Y como si esto fuera poco, Martín Antolín, quien debería representar los valores y principios del partido libertario, no ha sido más que un escribano inescrupuloso, un mercenario político, votando a favor de todo lo que el peronismo propone y le pide. Solo se dedica a fertilizar la maleza. Con su inacción y complicidad, se ha olvidado por completo de los preceptos que debería defender, dejando en claro que su lealtad está a la venta al mejor postor, mientras los vecinos siguen cargando con el peso de estas traiciones. Otro chorro más. Un traidor.
Lo raro es que José Caviglia no lo expulse del partido… ¿Será que al presidente provincial también le interesa la guita, y los aportes partidarios van a sus arcas? Pregunto desde mi lado más inocente.
¿Calles destrozadas para fomentar un estilo de vida saludable?
En cuanto a lo estructural, San Rafael está estancado; su casco céntrico solo es pintoresco gracias a factores externos a una gestión municipal. Hay calles sin pavimento, o con parches de asfalto. Si se hiciera un censo, los datos dirían que hay mas baches que habitantes en San Rafael.
Pensemos en que no se pavimentan las calles de San Rafael como corresponde (no hablamos de carpeta asfáltica, sino de pavimento nuevo), porque nos están cuidando. Nos cuida el municipio y el gobierno provincial también, porque las rutas están dañadas. Pero digamos que nos cuidan porque, probablemente, quieran fomentar la vida saludable y que salgamos a caminar, trotar o a pasear por la ciudad a pie solamente.
No se trata solo de una estructura deficiente, sino de una ausencia de organización y administración. El mal estado de las veredas, no contar con rampas de accesibilidad en condiciones en las esquinas o la falta de pavimento no solo molesta, sino que impacta directamente en la seguridad vial, el acceso a servicios y a nuestro bienestar general como residentes. Esas mejoras ayudarían a los comercios a prosperar; el crecimiento se facilita con buenos caminos. De todas formas, no avivemos el avispero, no vaya a ser que desde el municipio inventen un impuesto dentro de la factura del agua para la lucha anti baches… ¡AH NO! ¡ESPEREN! ¡Los municipios no pueden crear tasas! ¿O sí? Esa pregunta solamente puede ser respondida por Dildo Fél… perdón: Omar Félix y algún representante de la Unión Cínica Radikal.
Bueno, veamos… ¿En qué se gastan realmente los recursos públicos? ¡Todo es un verdadero despilfarro! Han usado el dinero de todos en viajes que no tienen ningún sentido, en conciertos que no fomentan la promoción turística del departamento y en actos que claramente no resuelven ni de cerca las necesidades urgentes de nuestra comunidad. Mientras tanto, la gente se mueve como puede por calles destrozadas y sumemos que los servicios públicos dejan mucho que desear. Y claro, esos recursos podrían haberse utilizado para solucionar los problemas reales de la gente, pero no. ¿Qué hace el municipio por la gente de a pie? ¿De qué sirve un estado de emergencia si no invierten en lo que realmente importa? ¿A quién quieren engañar?
Lo que necesitamos es que dejen de darnos espejitos de colores. Necesitamos soluciones reales: pavimentar nuestras calles, invertir en infraestructura de verdad, y una gestión pública que se enfoque en lo que importa, no en mantener los intereses de unos pocos. Mucha gente ya se conformó, pero hay otros que no y se cansaron. Dijeron basta. Basta de vivir en un municipio donde los políticos se llenan los bolsillos mientras la gente común se las tiene que ver con todo lo que está mal.
Pero algo que no se habla generalmente es lo poco transparente que es todo con el manejo de los fondos. ¿Quién controla eso? Nadie. Se toman decisiones a espaldas de la gente, sin explicación, sin justificación. Y si hay guita, ¿Por qué no se usa para mejorarle la vida a todos en vez de para financiar giras o proyectos absurdos que tengan que meter a la prensa cuando no tengan ningún logro REAL y honesto para mostrar? Porque si vamos a los hechos, ni una ciclovía pueden hacer, y si lo hacen, dejan en evidencia la inoperancia en la planificación y gestión.
La crítica es, por supuesto, necesaria, pero también debemos pensar en soluciones. ¿Qué podemos hacer como ciudadanos? Exigir más transparencia, exigir que nos escuchen y nos den lo que realmente necesitamos. Y, sobre todo, no podemos seguir votando a personas que siempre están queriéndose meter en nuestros bolsillos y que además no nos representan. La política debe volver a convertirse en un servicio al pueblo, a la gente, y no en una herramienta en beneficio de un grupo familiar. San Rafael no avanza, y tampoco crece, al contrario: se desgasta y estanca.
La intendencia solo tiene un trabajo por delante: administrar. Administrar de forma eficiente. Pero bueno… ojalá el ejecutivo municipal amara a San Rafael como ama la guita… nos ahorraríamos muchísimo en reparaciones de tren delantero.
¿Y si desparasitamos San Rafael?
En los hechos, San Rafael no está quebrado porque falte dinero, pero lo va a estar porque sobra casta política y mercenarios inescrupulosos como Martin Antolín, que vive a costa de los ciudadanos. Mientras unos pocos se llenan los bolsillos con impuestos absurdos y gastos inútiles, la gente de a pie sufre con calles destrozadas, servicios deficientes y promesas vacías. ¡Esto no es administración, es afano institucionalizado!
No necesitamos luchas antigranizo inútiles, impuestos camuflados en la tarifa eléctrica ni conciertos para la foto. Necesitamos que los recursos públicos se destinen a pavimentar calles, mejorar las rampas de accesibilidad y garantizar que cada peso se use para beneficiar a quienes realmente sostienen este municipio: los trabajadores, los comerciantes y los vecinos honestos.
La política de San Rafael es un sistema corrupto que se perpetúa gracias al servilismo de siempre: pactos entre supuestos "rivales" que solo buscan mantener el poder. Pero el poder no es suyo, el poder es del pueblo, de la gente que desgraciadamente fue engañada. Y a esa gente deben rendirle cuentas.
Basta de mafias políticas, basta de parásitos que se cuelgan del esfuerzo ajeno, basta de escribanos que solo levantan la mano en el HCD, buscando el beneficio propio. Es momento de patear el tablero, de exigir transparencia, resultados y eficiencia. Que sepan que no nos van a domesticar, que no estamos para mantener privilegios ni para ser cómplices de su inoperancia.
San Rafael merece un cambio. Uno real, profundo y urgente. Y mientras sigamos permitiendo que esta casta parasitaria decida por nosotros, lentamente vamos cayendo en la tumba que nosotros mismos cavamos.
Por El Irreverente.
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