No están hartos del peronismo local cagándose en la democracia? Lo que sucede en San Rafael es un escándalo de proporciones épicas, una muestra clara de cómo el poder político, cuando está en manos de mediocres, se convierte en un arma de opresión contra las ideas, las libertades y, por supuesto, contra el individuo. Resulta que en este feudo de autoritarismo light que hay en San Rafael, ¡un empleado que trabaja en el sector privado, pudo ser despedido por el simple "crimen" de expresar una opinión! ¿Qué somos, Cuba? ¿Venezuela? ¿O peor aún, un taller literario con Cristina Fernández como maestra, donde solo podés escribir lo que ella quiere escuchar? Porque eso es lo que pasa cuando el estado mete sus manos inmundas en cada rincón de la sociedad: el miedo a la disidencia, la imposición de un relato único, y la censura, todo con la bendición de esos políticos que se creen dioses pero apenas son un rejunte de burócratas chorros e ineptos. Patético y a la vez peligroso resulta ...